HISTORIA

Desde 1965 unidos por el voley cordobés

LOS COMIENZOS

Con el deseo de regularizar los partidos amistosos que se venían disputando entre distintas instituciones de la ciudad, los fundadores de la Federación Cordobesa pusieron las primeras semillas del deporte en La Docta. El 15 de junio de 1965, en la sede de la Dirección de Educación Física de la Universidad Nacional de Córdoba, se labró el acta de la Federación Cordobesa de Voleibol y Pelota al Cesto. Ante la paulatina desaparición del primer ente rector del voleibol mediterráneo, la Federación, estaba apuntalada por la Dirección de Educación Física, cuyo vice director, el Prof. Germán Shroeder, se convirtió en el primer Presidente de la reciente institución. Junto a Daniel Reynoso Arce, fundador y luego presidente de la institución, juntan un grupo de gente que estaba haciendo voleibol. Sin embargo, pasa muy poco tiempo para separarse de Pelota al Cesto ya que los objetivos iniciales se trastocaban, por ser el vóley un deporte más competitivo.

Las reuniones de la comisión directiva y las primeras competencias se realizaban en la Dirección de Educación Física en la calle 9 de julio 661 donde había oficinas y una cancha al aire libre. Aquella, fue la primera casa de la entidad madre del voleibol cordobés que con los años viviría incesantes traslados, algunos poco que menos asombrosos: El domicilio particular del Prof. Reynoso Arce; un local compartido con la Asociación de Pintores y Escritores de Córdoba; una dependencia municipal en el Parque Las Heras; una habitación ubicada debajo de las tribunas del club Belgrano; el Centro Vecinal de Villa Cabrera que se encontraba abandonado; o en 1984 un garaje de Alta Córdoba prestado por el papá de una jugadora que cuando había reuniones numerosas se realizaban directamente en la vereda para sorpresa de los vecinos.

LIGA MASCULINA

La época de las primeras ligas nacionales en la segunda mitad de los ochenta muy probablemente haya sido una de las más felices del voleibol cordobés, especialmente por el fervor que despertaba en el público y la amplia cobertura periodística. El entusiasmo quedó demostrado desde el debut de Banco de Córdoba, Liga 1986-87, en la cual los de Quintas de Arguello incorporaron a Waldo Kantor, uno de los mejores armadores del mundo y estrella de la selección argentina en la medalla de bronce de Seúl y del tercer puesto del mundial 82’. Mientras tanto, un equipo histórico del voleibol cordobés, La Calera, hacía pie en la segunda división nacional y preparaba su desembarco en el máximo nivel. Para Banco, la temporada siguiente fue de superación ya que logró el 5to puesto, mientras La Calera que debutaba en la elite se dio el gusto de ganarle uno de los duelos cordobeses.

Córdoba se mantuvo en el máximo nivel con La Calera y una muy buena actuación en una conflictiva liga de la temporada 1990 y Banco de Córdoba cerca de la hazaña de clasificarse para el sudamericano de clubes. Posteriormente,  Alianza de Jesús María irrumpió en la Liga Argentina. Los Potros debutaron con una inolvidable campaña, fueron la revelación de la temporada 2001-2002. En la 2003-2004 Alianza llegó a semifinales y se subió al tercer escalón del podio mientras disfrutaba de un idilio con el público que volvía a darle marcos espectaculares a las presentaciones de un equipo de córdoba. En la temporada 2006-2007, volvía la pasión, el Club Atlético Belgrano llegó a semifinales con furor de convocatoria y localía en el Poli Carlos Cerutti. En las dos siguientes, actuó en el estadio del Colegio Corazón de María con récords de asistencia llegando a cuartos de final. SOS Villa María hizo su aparición en el 2009, aunque en la primer temporada no pudieron acceder a las semifinales tras caer ante Gigantes del Sur, en la siguiente sorprendieron con victorias ante el múltiple campeón Bolívar. Mientras tanto, y hasta hace muy poco tiempo, Bolívar y UPCN hacían historia con cordobeses dentro de sus planteles. En el 2015, nuevamente, fue el renacimiento de “Los Potros”: vencieron a River de visitantes en la final de la A2 y en agosto se oficializó su participación en la máxima categoría del país.

En 1987, el sueño de una sede propia comenzó a hacerse realidad en, por aquel entonces, el baldío de calle Comechingones 554. Luego de organizar un partido en Redes Cordobesas entre las selecciones de Argentina y Cuba con el objetivo de comprar una fotocopiadora, resultó la posibilidad de adquirir el terreno. Luego de mucho esfuerzo, ahorro interno y superar obstáculos, se llegó a una edificación de dos plantas, con oficinas, sala de reuniones, alojamiento para 30 deportistas y sanitarios. Posteriormente, se adquieren dos terrenos colindantes con la idea de “hacer una canchita”, pero como siempre, esa idea prosperó y se convirtió en lo que hoy es un gimnasio de alto nivel.

En junio de 1994, la obra realizada se declaró de “máxima importancia” para la Confederación Argentina de Voleibol y designándola como el Primer Centro de Desarrollo del Voleibol de todo el país. El 17 de septiembre de 1996, la obra quedaba finalizada y el hermoso estadio de la Federación disfrutó de un lleno absoluto de público durante el partido en el que la selección de Córdoba enfrentó a la universidad de KyonGi, campeón universitario de Corea del Sur. Cinco años después, la Federación albergó al Programa Nacional de Desarrollo (PRONADE) un plan de desarrollo ideado por la Federación Argentina de Voleibol que alojaba a 16 chicos seleccionados de un plan de altura que se realizó en todo el país. Entre ellos, Gustavo Porporato y Jeremías Guaracio pasaron a la Selección juvenil; ocho integraron la Selección menor y los seis restantes volvieron a sus clubes.

LIGA FEMENINA

A principios de 1994 Talleres y Banco de Cba consiguieron el ascenso a la Liga Argentina Femenina. En la primera intervención en la máxima categoría, las bancarias lograron una ubicación superior a la de las albiazules al realizar una mejor serie de playoffs. En la temporada siguiente, Talleres fue el único representante mediterráneo. A partir de la Liga 1996-97, Atenas fue el equipo cordobés por excelencia. Hasta que fue en la siguiente edición cuando las dirigidas por Alfredo Contreras, hicieron su mejor papel liderando el torneo y finalizando tercero en la fase regular. En el 2005, el equipo de 9 de Julio Olímpico Córdoba Deportes de Freyre asumió la posta en la renovada liga femenina. Las Tamberitas hicieron una buena campaña en la liga, terminaron quintas en la fase regular y estuvieron muy cerca de clasificarse a playoffs. Además, su participación en la liga, generó una expectativa en la zona, con asistencia de público verdaderamente notables y un considerable apoyo de toda la comunidad del este cordobés En el 2006 el plantel femenino del Club Instituto Atlético Central Córdoba se suma a la máxima categoría obteniendo una quinta ubicación final de la Liga argentina “A” 1.

El interior volvería a ser representativo luego de que en el 2009 se bajara 9 de Julio de Freyre y subiera a lo más alto Bell Ville. El conjunto del sudeste provincial, cerrada la primera rueda, se convirtió en el mejor del país: llegó a la final del torneo e hicieron historia saliendo nada más y nada menos que subcampeonas. Así, puso por primera vez en mucho tiempo, a un equipo del interior a mirar desde arriba a los antes intocables clubes de la Federación Metropolitana. Los últimos dos equipos cordobeses que se metieron entre los 16 en la instancia final fueron Sociedad Unión Eléctrica y Rivadavia de Villa María. En el estadio “Lisandro Mautoni” las eléctricas lograron el segundo puesto del cuadrangular cerrando un gran 2014 ante River.

SELECCIONES CORDOBESAS

Las ansias de figuración nacional que había germinado por 1953 con la organización del 2do campeonato argentino de mayores de ambas ramas crecieron con el tiempo.

Para 1970, el trabajo entusiasta de quienes conducían el vóley local seguía dando sus frutos, en julio de ese año, Córdoba fue sede del segundo campeonato argentino juvenil femenino en el Club Gral Paz Juniors, bajo la conducción técnica de Daniel Reynoso Arce y Eduardo Fernández, Córdoba cosechó el primer Subcampeonato de su historia. Luego, las vitrinas también debieron hacer lugar a otras múltiples consagraciones de selecciones cordobesas en campeonatos argentinos.

EMBAJADORES

Desde principios de los ’70, con Ana María Barberis, Ana Ter Hart, René Garnica y Adrián Fernández, a estos tiempos, con Guillermo García, Gustavo Scholtis, Gustavo Porporatto, Javier Filardi, Sebastián Garrocq, Franco Giachetta, Mauricio Viller, Yamila Nizetich, Leticia Boscacci y Julieta Lazcano, entre otros, el voley de Córdoba contó con más de 50 embajadores que sintieron el orgullo supremo de un deportista: representar al país a nivel internacional. Todos ellos jugaron al menos un sudamericano, varios fueron mundialistas y Porporato llegó a la cumbre al convertirse en Atenas 2004 en el 1er voleibolista cordobés en jugar un juego olímpico.

La lista es amplísima, pero será imposible olvidar apellidos como Cavagliatto, Cuadrado, Di Giusti, los hermanos Fernández, García Olea, Mina, Riofrío o Vizzari, por citar sólo algunos. Y así como ellos supieron lo que era sentir la camiseta celeste y blanca sobre la piel, varios hombres del voley mediterráneo se calzaron el buzo de entrenadores de las selecciones argentinas, desde que Antonio Conti abrió el camino como asistente técnico de la selección masculina en el Sudamericano de 1971 en Uruguay. Uno de esos técnicos, Luis Muchaga, condujo el equipo albiceleste que se colgó la medalla de bronce en Seúl ’88, mientras que otros de sus colegas formados en La Docta tuvieron experiencias mundialistas: Eduardo Fernández, Hugo Jáuregui, Ricardo Maldonado y Cristian Ventura.

PRESENCIA INTERNACIONAL

En 1988, Córdoba organizó su primer torneo oficial de carácter internacional: el Sudamericano masculino de menores, disputado en el flamante Polideportivo General San Martín, hoy Carlos Cerutti. Allí, la selección argentina que dirigía Ricardo Maldonado consiguió el subtítulo detrás de Brasil. En esa época la Federación también se hacía cosmopolita con una serie de cursos para entrenadores y árbitros internacionales.

Mientras tanto, Daniel Reynoso Arce era designado presidente de la comisión técnica nacional y secretario de la comisión sudamericana de entrenadores. Al mismo tiempo, el árbitro Rolando Cholakian iniciaba una notable carrera que lo llevaría alrededor del globo en numerosos certámenes internacionales, inclusive en los Juegos Olímpicos de Londes 2012, siendo reconocido internacionalmente por la Federación Internacional. Marcelo Pierobón, en el 2001 también se convertía en Árbitro FIVB: la máxima aspiración de un árbitro. En 1993, Córdoba era sede de un torneo de ensueño el Sudamericano de mayores. El seleccionado de Brasil, campeón olímpico en Barcelona 92 llegó para disputar un certamen que significó además el debut de Daniel Castellani como entrenador argentino. Brasil y Argentina volvieron a encontrarse en una definición en el Cerutti 6 años más tarde en el sudamericano de mayores 1999.

En el año 2002 el voleibol local tocaba el cielo con las manos, puesto que Córdoba se transformaba en la subsede principal del Mundial de Argentina, con un flamante estadio, el Orfeo Superdomo, por el cual pasaron 16 partidos mundialistas. El estadio cordobés también sería sede del Hexagonal Final 2010 de la Liga Mundial de vóley. Argentina, que venía golpeada después de 12 derrotas, llevó a cinco sets un partido ante los brasileños, algo que no ocurría hacía ocho años. Pero, el equipo que hegemonizó los títulos de la última década venció a Rusia y, con nueve coronas, se convirtió en el más ganador de la Liga. Ese mismo año, el seleccionado femenino de vóley hacía historia, con récord de cordobesas en el equipo, al clasificarse al Gran Prix 2011, a la Copa Panamericana y a los Juegos Panamericanos. Luego, sacaron pasaje a Italia 2014 volviendo  a un Mundial femenino después de 12 años.

Como si fuera poco, la selección argentina masculina consiguió la medalla dorada de los Juegos Panamericanos de Toronto, tras una final para el infarto venciendo a Brasil por 3-2. Hacía 20 años que no pasaba. Al recorrer estos más de 50 años no podemos dejar de destacar el permanente y cotidiano trabajo con:

-Los Encuentros de Minivoley que reúnen familias enteras – Los Intercolegiales; semilleros de nuevos talentos-Las Capacitaciones generando conocimiento y verdaderas amistades –Las Ligas Provinciales, pasajes de superación hacia las Copas Argentinas. – El Torneo Tres Provincias de cada año- La Competencia local que reúne a miles de jugadores-Los Abiertos. Los festejos, las derrotas, la camiseta, la pelota, los entrenamientos, los abrazos, el simple estrechón de manos. Todo forma parte de esta pasión que nos motiva cada día. Por esto, la Federación Cordobesa de Voleibol puede enorgullecerse de más de 50 años de vigencia, con el objetivo y compromiso de ser mejores y nunca detenerse.

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